Los 6 ratios de liquidez esenciales para la empresa
En los ratios de liquidez se busca información sobre el estado de la tesorería de la empresa y de la probabilidad de hacer frente a sus deudas a corto plazo. Por lo tanto el análisis se centra en las partes circulantes del activo y del pasivo y se las compara entre sí.
Para algunos de los ratios estudiados, se ha especificado un valor como ideal. No siempre la empresa cumplirá con dicho valor, ya que las condiciones de cada sector o compañía pueden provocar que el ratio ideal sea diferente al genérico. En este caso, los datos que se puedan extraer de otras empresas similares o los datos históricos tanto de la misma empresa como del sector, ayudarán a saber cuál es la situación óptima de la compañía analizada.
El primer ratio que se va a estudiar es el ratio de liquidez, en el cuál se relacionan la totalidad del activo circulante con el pasivo circulante.
Con un ratio cercano a la unidad la empresa estaría cercana a la suspensión de pagos. Un ratio muy superior a 2 indica circulante desaprovechado, las inversiones a corto plazo de la empresa no dan una rentabilidad correcta.
El activo circulante se puede descomponer en las tres masas patrimoniales que lo integran: existencias, realizable y disponible. Cuando en el ratio de liquidez se eliminan las existencias del activo circulante, queda una medida de la liquidez con los activos más líquidos de la empresa, el realizable y el disponible, que relacionados con el pasivo circulante da el ratio de tesorería, cuyo valor óptimo debe de ser mayor o igual a la unidad. También se le conoce como “accid test” o prueba del ácido.
Si el valor encontrado es inferior a uno, será indicativo de un exceso de existencias, sobretodo si el ratio de liquidez ha sido mayor a la unidad. Por el contrario, cuando es muy superior al valor óptimo indica un exceso de activos líquidos, situación que tampoco es satisfactoria para la empresa.
Si se sigue el proceso, ahora procede eliminar el realizable del numerador, con lo que se obtiene el ratio de disponibilidad, en el que se relaciona el disponible y el exigible a corto plazo.
El ratio ideal es aquel que se aproxime a 0,3. Por encima significará un exceso de liquidez y por debajo una falta de liquidez. No obstante, debido a que el disponible puede cambiar a lo largo del ejercicio, es aconsejable tomar un saldo medio del período analizado, para que el valor revista una mayor fiabilidad.
Utilizando el fondo de maniobra también se puede obtener una medida de la liquidez de la empresa. En primer lugar se ve el ratio de fondo de maniobra sobre activo, en el cuál se relacionan ambas magnitudes.
El ratio da información acerca del peso del fondo de maniobra sobre el activo. El valor ideal depende del sector, no existe un valor genéricamente aceptado.
Si se relaciona el fondo de maniobra con las deudas a corto plazo se obtiene el ratio de fondo de maniobra sobre exigible a corto, cuyo valor ideal se sitúa entre 0,5 y 1.
Trata de analizar si la empresa podrá hacer frente a las deudas a corto plazo con el fondo de maniobra. Ha de ser posible cubrir el 50 % del pasivo circulante con los elementos que integran el fondo de maniobra.
También sería admisible analizar la relación que pueda existir entre el fondo de maniobra y las ventas.
Para que los problemas de liquidez sean mínimos, el ratio anterior tiene que ser lo más reducido posible.
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