Guía para conocer los secretos de la innovación en logistica
La innovación en la Supply Chain. Una guía para conocer los secretos de la innovación en la cadena de valor
El sector logístico ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Internet ha favorecido la aparición de nuevas oportunidades y desafíos que afectan a toda la Cadena de Suministro. Cada vez aparecen más start-ups que resuelven las demandas de la nueva Supply Chain. ¿Cómo podemos innovar en Logística? ¿Cómo puedo saber si mis procesos son innovadores? ¿La innovación en logística es un tema de tecnología o de personas? ¿Qué pasos hay que seguir para ser una empresa innovadora? ¿Llegaremos a ver algún día el prototipo de almacén colgado de un Zeppelin, flotando sobre la ciudad? Todavía tenemos muchos retos por delante para lograr la innovación de los procesos logísticos. En este artículo desvelamos los secretos para poder convertirnos en una empresa innovadora.
La presentación de este artículo tuvo lugar el pasado 8 de noviembre de 2017 en el marco de la feria "Logistics & Distribución" en Madrid, en el "punto de encuentro del conocimiento", con el título de: "Retos de la Innovación en la Supply Chain"
El primer paso de la innovación en logística
El transporte de
mercancías ya se venía realizando desde épocas remotas en la antigüedad, con
los fenicios, egipcios o griegos, hasta nuestros días. Un proceso complicado
que requería cargar y descargar barriles, sacos y cajas de madera entre los
distintos modos de transporte utilizados, pero que se ha mantenido sin apenas
variaciones hasta la segunda mitad del siglo XX. El barco, por ejemplo, podía
pasar más tiempo en el puerto que en alta mar durante el viaje. Los
trabajadores portuarios se dedicaban por entonces a manipular la carga en el
interior y el exterior de los buques. Además de los riesgos de pérdida o robo
de la mercancía, la siniestralidad era muy elevada.
¿Qué es lo que
cambió durante la segunda mitad del siglo pasado? La innovación que permitió un
salto cualitativo y que dio el pistoletazo de salida a la globalización fue el
contenedor. En 1956 se realizó el primer viaje de uno de estos artilugios, por
entonces innovadores, desde Port Newark a Houston (Estados Unidos). El éxito
fue tal que varias las compañías empezaron a utilizarlos para el transporte de
mercancías y en poco tiempo aparecieron los primeros barcos diseñados para su
transporte.
El siguiente paso
tenía que ser la estandarización de estos contenedores para facilitar el flujo
de mercancías. En 1961, la Organización Internacional de Normalización (ISO)
estableció tamaños estándar. En la actualidad, ICIL ostenta la secretaría del
comité AEN/CTN 117 “Contenedores y Cajas Móviles”, del que soy secretario.
Este fue el inicio
de una gran revolución en el comercio a escala mundial que ha permitido la
globalización tal y como la conocemos en la actualidad.
Qué es y qué no es innovar
La actualidad de
los procesos logísticos, está inmersa en una vorágine de cambios y flujos de
materiales vertiginosos que hace que como consumidores queramos tener el mejor
servicio al menor coste posible. ¿Cómo les afecta esto a las empresas? Siendo
innovadoras en productos y servicios, pero también en los procesos.
La prensa diaria
está llena de ideas innovadoras de nuestros competidores o incluso de jugadores
nuevos que antes no teníamos en cuenta. Hemos de ser conscientes de que la
tecnología y la innovación están aquí para hacer realidad todas esas ideas que
están floreciendo.
El comercio
electrónico se ha posicionado como el principal catalizador de las innovaciones
a nivel empresarial. La logística que está detrás del mismo no iba a ser menos.
Todas las novedades aparecen relacionadas con el comercio electrónico en alguna
de sus variantes, o para dar respuesta a las necesidades de sus usuarios.
Hace ya algunos años
que se ha empezado a desarrollar la automatización de bienes, la robótica, los
aviones no tripulados, los vehículos sin conductor que ayudan en operaciones de
picking, o incluso las gafas de realidad aumentada como soporte a los elementos
de manutención tradicionales que dominaban la cadena de suministro.
Las inversiones
realizadas no solo deben generar valor en la cadena, sino también mejorar el
nivel de servicio, reducir costes, proporcionar ventajas competitivas y brindar
soluciones sostenibles.
La innovación no debe ser solo transformacional. La mentalidad organizativa de “insatisfacción constructiva” nos
conducirá a un proceso de innovación incremental año tras año. El proceso de
mejora continua lo tenemos que utilizar con un objetivo claro y creativo. Como
empresa debemos desarrollar una cultura de experimentación, comprendiendo que
algunas ideas funcionarán y otras no. El rápido ritmo de hoy requiere de una
toma de decisiones rápida. Podemos considerar implementar las pruebas piloto en
un entorno en real en lugar de largas pruebas comerciales, recopilación de
datos e investigación de mercado que retrasarán mucho la implementación de la
innovación.
La innovación no es exclusiva de la tecnología. La innovación pertenece a todas las áreas de la empresa. Además, favorece
la colaboración entre los distintos eslabones de la cadena de valor, y va
enfocada a mejorar el servicio y crear valor, no solo a reducir costes. Y por
descontado tenemos que involucrar a las personas. Los trabajadores pueden ser
los que impulsen grandes mejoras en el negocio. Si dejamos la innovación solo
en manos de la tecnología, únicamente evolucionará una parte del negocio
(recordemos la revolución que generó el contenedor).
Las empresas de logística tienen la obligación de ser
innovadoras. Sin innovaciones en los procesos nuestros
clientes percibirán que nuestra organización les ofrece cada vez menos valor. Más
y más, los sistemas basados en la nube están permitiendo la entrada de nuevos
actores en el campo de la logística, sobre todo empresas que vienen de fuera
del sector, pero que ofrecen mejores análisis y generando un mayor valor con
inversiones relativamente pequeñas. Seguro que, si planteas tus procesos para
resolver los problemas de tus clientes, resolverás muchos de los tuyos. Somos
conscientes de que las mejoras en la Supply Chain tienen un impacto directo en
el crecimiento organizacional, el control de costos, la reducción de la
inversión requerida, así como ventajas competitivas interesantes.
No todos los proyectos son exitosos. La innovación no es garantía de éxito. Podemos encontrar estadísticas
de que más del 90% de los nuevos productos/servicios fracasan en su intento por
hacerse un sitio en el mercado. Para aprender de los errores sería adecuado que
documentásemos los motivos del fracaso, aprovechásemos lo que hemos aprendido y
volvamos a intentarlo en el mercado lo antes posible. Deberíamos fomentar el
lema de “falle rápido y siga adelante”.
Hacia dónde va la innovación en logística
El contenedor ha
dejado de ser considerado una innovación, aunque todavía juega un papel de
actor principal en el comercio. Sin embargo, Internet es lo que está causando
furor. Los grandes cambios en las cadenas de suministro en la actualidad vienen
relacionados con Internet y todo lo que esta nueva revolución implica.
Se desarrollan
sistemas autónomos para mover remolques de camiones y contenedores a través de
los puertos que sufren una gran congestión de tráfico, con el fin de mejorar la
eficiencia y reducir las emisiones y la contaminación.
Los chips de identificación
de radiofrecuencia (RFID) se mejoran. En la actualidad ya existen algunos que
son virtualmente imposible de hackear. Tecnología esta que no solo evitaría que
nos roben el número de nuestra tarjeta de crédito, sino que también impediría
los robos en el almacén. A la vez que se podría utilizar un tipo de marcador
invisible para rastrear digitalmente cada producto y saber el origen exacto de
toda la cadena. La trazabilidad en la actualidad persigue poder incorporar
marcas visibles e invisibles tanto en productos como en envases, mucho más allá
de lo que estamos utilizando.
La innovación
también se utiliza para mejorar la seguridad de las personas. A través de
Internet de las cosas (IoT) podemos proteger a los trabajadores en entornos
extremos, identificando las condiciones potencialmente problemáticas a través
de la gestión de los datos proporcionados por sensores que monitorizan
continuamente las constantes vitales de las personas o del entorno en el que
desarrollan su actividad.
Las mejores en el
almacén vendrán por la recolección automatizada de pedidos y los robots que se
encargarán de todo el trabajo físico de recogida de materiales, o palets.
En cuanto a
infraestructuras, se persigue mejorar la seguridad, reducir la congestión del
tráfico y porque no, el ahorro de dinero. ¿Cómo lo podemos conseguir? Por ejemplo,
el uso de drones ya es una realidad para inspeccionar infraestructuras, con el
consiguiente ahorro de equipo pesado, afectaciones al tráfico y zonas de
trabajo que dificultan la movilidad.
En todos los modos
de transporte se está trabajando con vehículos no pilotados. Poco a poco cada
vez estarán más presentes en nuestras carreteras, pero también surcando
nuestros mares, las vías férreas o sobrevolando nuestras cabezas.
Sin duda alguna uno
de los campos que más innovación incorporará en el futuro es todo lo referente
a la consecución de la sostenibilidad. El cálculo del cumplimiento en cada uno
de los parámetros de sostenibilidad en toda la cadena será vital. La cantidad
de datos que se generan en la actualidad nos permitirá, a través de su
análisis, mejoras en todos los aspectos si los sabemos aplicar.
La conexión de
todos los elementos de manutención y demás aparatos o maquinarias que
intervienen en la cadena al internet de las cosas, nos proporcionará una fuente
de datos de gran valor para mejorar en nuestros procesos.
La simple conexión
de una carretilla elevadora, por ejemplo, a través de un sistema de
comunicación, puede notificar a un manipulador al instante en cuanto los
materiales están listos para pasar a la siguiente fase del proceso. La
carretilla conectada al sistema ERP y con su GPS pueden ahorrar una gran
cantidad de tiempo de preparación en las operaciones. Si todos los dispositivos
y elementos pudieran estar conectados, la mejora sería sustancial.
Donde necesitamos más innovaciones
Ya se ha dicho que
las novedades más interesantes vendrán de la mano de Internet. Pero también
tenemos que ser conscientes de que dichas innovaciones son muy necesarias en un
punto crucial de la logística del siglo XXI, la distribución de la última
milla.
Las ciudades están
sufriendo una saturación logística que necesita de ideas innovadoras que las
conviertan en un espacio para vivir y convivir con las mercancías y los
servicios necesarios para que sigan creciendo. Las plataformas que luchan por
conseguir ciudades más inteligentes cada vez son más frecuentes. La
concentración de habitantes, y el auge del comercio electrónico, ha provocado
una explosión que tiene que solucionarse.
Por otro lado, si
Internet será tan importante, la gestión de esos datos que se generarán será
esencial. Tenemos que empezar a pensar las operaciones teniendo en cuenta esos
datos que en la actualidad desaprovechamos y que seguro que nos podrían aportar
mucho valor, como empresa, como cliente y como sociedad.
Con el presente
artículo, quería concienciar al sector logístico de la importancia de innovar y
marcar los caminos por donde vamos a necesitar esas innovaciones a corto y
medio plazo.
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